domingo, noviembre 26, 2006

Paula y los tipos I



Tengo que averiguar qué pasa con Paula. O mejor, qué es, cómo hace eso que hace y por qué. ¿Qué tiene?

Paula tiene como un magnetismo. No pasa desapercibida y si llega a correr ese peligro no duda en esgrimir alguna de sus armas. O tal vez sean esas cosas las que hacen que no pase desapercibida.

Esa gracia, la frescura espontánea, los ojos claros pero indefinidos y profundos, la armonía de un cuerpo que sin ser perfecto no requiere de sacrificios para estar en forma, el pelo que va a cambiar con seguridad todas las veces que haga falta a modo de terapia.

Las manos que no van a dejar de tocar pero sin excederse o la autoestima siempre alta pero sin soberbia no pueden quedar afuera.

Y no hablemos de sexo, más que nada porque no tuve ninguna experiencia. Los tipos de Paula nunca me hablaron de eso y yo creo que por algo debe ser, más allá del respeto de ciertos códigos.

El hecho es que los tipos no le duran mucho. Los abandona en menos de dos años, con suerte. Siempre los despide, los echa. Y todos le obedecen.

Pero vuelven.

Vuelven y merodean. La mamá de Paula está cansada de recibir en la casa a ex-tipos que van a cualquier hora con excusas de lo más descabelladas.

Quedan medio estúpidos, sin posibilidades de olvidarla o de intentar una forma de vida postpaulista.

Hay varios que se conocen entre ellos. Parece que formaran parte de un club. Algunos se encuentran a tomar una cerveza.

Pero entre ellos no hablan de Paula, como si el vínculo fuera lo único que no se puede nombrar. El hecho de que todos sigan enamorados de ella –y año a año se van a sumar más- es el catalizador de una mezcla que ya abarca varios países.

Voy a tener que seguir investigando.

martes, noviembre 14, 2006

Sí, quémenlo!!!



Aún a riesgo de que se me haga costumbre, voy a postear otro poema que, cualquiera puede adivinarlo, no es mío.
Esta vez se trata de lo último que dió a conocer Alejo Salem, en el último recital de Gringos.
Si no me equivoco, le hizo algunas reformas cuando lo recitó.

De cualquier manera, me pegunatron si lo conocía y lo tuve que negar: otra vez fué una vergüenza.






Quémenme



Cuando no quiera darme cuenta
de lo fácil de quedarme estúpido
o jugarme al póquer como el perro que soy.

Cuando no quieras hamacarme y caer
después de la paliza.

Consigan un frasquito con alcohol
-no hace falta ostentar, menos conmigo-
roben mi encendedor, que ya es robado
y denme fuego como si fuera un árbol
que no da frutos hace muchos veranos.

Háganme llamas y no piensen en bonzo
-no protesto lo injusto ni pretendo ser blanco
de admiración u oprobio por una fe oriental-.

Achicharren mis ropas y no piensen en Juana,
porque nunca fui al arco ni defensor de Francia.
Quémenme como el fuego que se esparció en Australia.

Que sea una pira viva o un fueguito acostado
ya me va a dar lo mismo, lo que importa es lo raro
de saberse encendido, de sentirme incendiado
por propias llamaradas.

Quémenme como paja o como a leño hachado
con técnicas de scout
o como un simple vago
que incinera una lata o para hacer asado.

Y no quieran ponerme ese chaleco
No me gustan sus mangas con las cintas
que se llevan hacia atrás mis manos
pero no mis ganas de abrazarte.


Prefiero que me quemen
y que el viento se encargue del resto.
---





sábado, noviembre 04, 2006

"Me cago en San Martín"

-Me cago en San Martín -gitó Alejo Salem.
-Epa - le dije - un poco de respeto por los próceres. Te quiero ver a vos haciendo semejante campaña, organizando ejércitos...
-No, Gil, no hablo de ése. Estoy hablando de "Pepo" San Martín.
-Bueno, no sé, no lo conozco como para opinar así...¿Qué te hizo?¿Querés que lo vayamos a buscar?¿Es muy groso?
-No.
-¿No qué?
-Que no es para tanto... Pero el chabón me cagó. Yo quería escribirle algo a mi hijo y ya no puedo. Ahora mi hijo va a crecer escuchando a Científicos del Palo porque las palabras que yo no encontraba las escribió Pepo.

Más o menos así fué el diálogo con Salem. Como nunca termino de entender de qué habla, fuí a buscar las letras de Científicos.
Ahí entendí. Se las dejo acá abajo.

Yo también me cago en San Martín.

El dormijito


Un chabón de bolsillo, durmiendo a mi lado.

Soñando con algo que sólo el sabe que es.

Y espero que lo que sueñes
Sea mejor que lo que ves.
Que seas feliz ahora que no sabés
que esta mentira se mueve con el sudor
de los que viven más dormidos que vos…


Paralelo a la almohada lo encuentra el alba.
Sin horarios ni stress, hay Dios, que libre es.

Y espero que lo que sueñes
sea mejor que lo que ves.
Que seas feliz ahora que no sabés
que ser libre se hace muy caro después.
Hay quienes pagan con su vida como el “Ché”.





¿Pa’ quien va a ser si no es para vos?


Salís a la calle y todo es nuevo,
vos ves lo que los demás ya no vemos.
Vos ves…

Te da lo mismo un gato que un perro,
La paz, la guerra o el cruel descenso.
Vos ves…

Canciones de cuna desafinadas,
parientes de nadie diciendo gansadas,
si tenés calor o querés una frazada.
Padres que escriben canciones baratas…

Y ese mundo que vos ves, ¿de quién es?
Y este mundo que vos ves, ¿pa´ quién es?

¿Pa’ quién va a ser si no es para vos?
¿Pa’ quién va a ser sino?

Jugás con cucharas, piedras o latas,
no importa si el imperio gana o empata.
Vos ves…

Reís si te gusta, llorás si no anda.
¿Quiénes son los dueños de toda esta farsa?
No se..
Todos saben lo que a vos te hace bien,
lo que te hace falta, lo que vos querés.
Tienen carnet pa’ manejar tu vida,
Y la de ellos la chocan todos los días.