domingo, febrero 06, 2005

De Don Ramón a Javier Malosetti (y sin pagar la renta)

Lo bueno de esta ciudad en verano es que junto con los turistas vienen los artistas (eso de bueno no es en todos los casos, que quede claro).

Cierto día, llamé por teléfono a Alejo Salem. Era para avisarle que tocaba Don Ramón, en La Mula Plateada, un bar de la calle Alem.

La banda en cuestión la forman siete músicos, que tienen que vivir de otra cosa, porque la situación no da para más. Hacen un Raggae muy completo, con vientos y todo, y suena contundente. El lugar estaba lleno de gente transpirada y borracha, entre los que nos tuvimos que incluir. Más allá de las apreciaciones seudo-sociológicas, fue una buena noche, que se estiró porque antes de Don Ramón tocó un grupo de Rosario – Fruta Deliciosa-, que también me gustó (pero no tanto).

Para retribuirme, Salem me llamó una semana después, con la prisa de una parturienta.
Ese día tocaba Javier Malosetti, eximio bajista argentino, en La Subasta, el teatro-bar de la calle Güemes, con su trío. A diferencia de Don Ramón, en ese lugar no había más transpiración que la de los músicos. Ocupamos una mesa a metros del escenario, y nos tomamos unas cervezas durante el soberbio recital.

Dos días después, en la casa de Salem, nos ocupamos de discutir el resultado de ambas veladas. El desenfreno como público, en un recital de gente más bien pobre, amontonados en un lugar con olor a encierro y a porro versus el placer de disfrutar de un músico superlativo ejecutando jazz de alta calidad en un local no apto para fumadores.

El cansancio de bailar con una botella de cerveza en la mano frente al entumecimiento muscular dónde sólo hacen falta los oídos y los ojos.

Si tuviera que elegir sobre gustos, no podría.

Es más, iría de nuevo a los dos recitales, pero con un grabador o una cámara de video, a entrevistar a la gente, para decirles a los sociólogos que no siempre las masas actúan como uno espera; que no siempre están formadas por elementos estereotipados.
Que la música suele estar por encima de muchas cosas.